viernes, marzo 02, 2007

El lobo abrio sus ojos...


El bosque amanece húmedo, fragante de mezclas de hierbas y férreas maderas...Gigantes del lugar, enanas del tiempo.La luna había saludado desde las copas y en el cielo limpio, sólo eso...cielo y algunas mínimas estrellas apagándose inconscientes.El lobo abrió sus ojos. Eternidad de luces... no recordaba nada de lo que había pasado, ya no estaba en su bosque, su memoria desapareció en el tiempo, soy un lobo? Soy yo? De a poco me voy recobrando, voy sintiendo mi cuerpo, todas y cada una de sus partes, quiero moverme pero no puedo, muy lentamente, voy recobrando fuerzas y ese lobo que llevo adentro me impulsa a escrutar todo el lugar, no puedo darme cuenta donde estoy, esta en penumbras y veo signos que no reconozco dibujados en las paredes, me quiero levantar, creo desfallecer, la oscuridad se apodera de mi, todo es negro como la noche cerrada sedienta de luna…
Cuando abro los ojos nuevamente me siento mejor, quizás hayan pasado días, semanas, sigo sin saber a donde estoy, pero he recobrado fuerzas, me encuentro sobre un lecho de pieles, a mi lado hay una hoguera, instintivamente busco mi espada, pero me doy cuenta que estoy desnudo, sin ella, me siento mas desnudo aún… me tranquiliza un poco ver que no hay nadie, estoy como en una cueva, una gruta en la piedra fría y gris, de a poco me levanto, me guía la luz que desde el exterior invade el lugar, la busco, la ansío.
Al salir me quema los ojos, por mucho tiempo los mantengo cerrados, hasta que muy de poco los entreabro, sin llegar a ver nada, esas mil agujas que se clavaron en mis ojos, no me han dejado utilizar mis otros sentidos, y por ello no repare en el sonido de las olas del mar… mar? Donde estoy, ya recobrada la vista, veo un hermoso mar en todas las combinaciones de azul, blancas y salvajes olas, no lo dudo, esta fresco pero corro hacia él y me pierdo en sus frías aguas…

mar


Momentos en los que el alma aflora y sale a la superficie como flotando en el mar… espíritu que te dejas llevar por olas espumosas, velas blancas de barcos que gracias al viento nos impulsan a recorrer tierras lejanas. O soplo del mar embravecido, perdona al naufrago, no tiene la culpa a de su desgracia, no seas cruel con el, déjalo llegar a la costa, quizás todavía no es su hora. O mar que a veces calmo inspiras confianza y serenidad agua pura y cristalina, comienzo de toda vida, principio del todo, de tus aguas nacimos y a ella volvemos, mar que cautivas al poeta y nunca lo dejas libre de tu presencia, aguas azules, aguas oscuras, toda variedad de colores que preparas en tu fondo y luego los sacas a luz en la paleta infinita del pintor exquisito. Mar que has bañado mis entrañas, que me das tu protección, que haces que la luna se refleje en ti cada noche.
Mar nunca me dejes sin tu presencia, tu ruido, tu olor a sal que se mete en mi alma, acurrúcame con tus olas, méceme, déjame que me exprese a tu sabiduría, déjame conocerte, muéstrame tus secretos, allí voy, entro y me fundo en ti… Mar siento tu ruido golpeando las rocas del acantilado, tu espuma salvaje y blanca como las primeras nieves de la vida, canción es par mis oídos, sonidos, que al ir agudizándolo, voy sintiendo cada vez mas y mas adentro. Mar, vida propia, vida que contiene vida, que da vida, sustrato, alimento de pueblos y pescadores, ojalá nunca te agotes, que tus calidas aguas sean bálsamo par quien las busca, fuente de inspiración divina, vientre maternos para algunos, liquido amniótico de la vida, déjame entrar cobijarme, guárdame en tu seno, voy, en ti quiero vivir, sentir, gozar y hasta morir, déjame ser, no me provoques no llames mas mi atención, soy tu ser leal, cuídame, abrázame, déjame navegarte, tocarte, amarte, regálame tus postales crepusculares, amaneceres a la vida, nubes de colores indescifrables, superficie cargada olas que te despeinan… mar eres tu, soy yo, fundámonos, tus aguas me han bañado, déjame ser…

domingo, noviembre 26, 2006

Nuestra verdadera naturaleza


La noche anterior a la batalla, rueda de fuego, todos alrededor de la hoguera... cuentos y relatos para hacer mas llevaderas las horas previas al encuentro con el enemigo... al encuentro quizas con nuestra propia muerte... esta es una de esas historias...

...el lobo, era el custodio del bosque, conocía cada recoveco, de ese lugar encantado, energético y casi mágico… también conocía a cada una de las criaturas que lo habitaban, lugares con luz y lugares oscuros, lúgubres… por todos sus senderos había transitado…
Cuando salía del bosque, corría entusiasmado por la verde pradera, siempre fue libre, pero saboreaba cada instante del andar sin rumbo fijo… cada vez que se liberaba en la pradera, miraba al cielo y veía en lo alto volar una águila, majestuosa, imponente, su gran pico dorado que muchas veces lo encandilaba…
Cierto día, el águila apoyo sus garras en el suelo y el lobo astuto, no dejo pasar la oportunidad, y aunque desconfiando un poco se acercó. Amigo lobo, te veo correr a tus anchas por el campo, dijo el águila, pero cuando entras al bosque solo te retengo en mi imaginaciónEl bosque es mi hogar, águila, dijo el lobo Sabes, dijo el águila, no conozco el bosque, y es tan impenetrable su vegetación, que desde lo alto no veo nada… a lo que agrego, recién te conozco y me inspiras confianza amigo, ¿te puedo pedir algo? Claro, respondió el lobo ¿Me llevarías a conocer el bosque? Sígueme, respondió el lobo y se puso en marcha…. Por el tipo de vegetación, el águila no podía volar dentro del bosque, no podría desplegar sus alas, por lo que, caminando al lado del lobo, ingresaron de a poco en él. Todo lo que allí vio, era nuevo para ella, animales que no conocía, vegetación de mil colores, que desde lo alto no se distinguía, era un mundo ignorado por ella, un mundo misterioso que se desnudaba ante sus ojos… El lobo la miraba y notaba la cara de asombro de su compañera, casi de alucinación pensaba… pero también noto que su viaje se hacia lento, las distancias se estiraban, pero respetó el ritmo de su nueva compañera, no acostumbrada a caminar por la tierra…. Como en este bosque misterioso, el tiempo es una quimera, ninguno de los dos podría decir cuanto demoraron en recorrerlo, pero al final del trayecto el águila le dijo Gracias amigo, me has mostrado cosas nuevas, hoy he recibido una lección… se hizo un silencio, que el lobo interrumpió diciendo ¿Puedo pedirte algo águila? Por supuesto que si compañero ¿Me llevarías a tu cielo, me dejarías volar a tu lado? Liberar la imaginación, soñar, mirar el bosque y la pradera desde otra perspectiva… tocar las nubes y estar más cerca del sol… Lo intentaré amigo mío, respondió el águila El lobo entusiasmado agrego, quisiera disfrutar de esa libertad que tu gozas todos los días amiga, esa supremacía en lo alto… El águila clavo las garras en su lomo, y comenzó a levantar vuelo… el lobo sintió el dolor al desgarrarse su piel, pero la aventura, bien valía la pena… Desde lo alto pudo ver el bosque como jamás lo había imaginado, vio la pradera y los dibujos que formaban sus arroyos al recorrerla, todo era nuevo y su espíritu se exaltaba… Ella lo miraba y notaba su cara de asombro… pero también notó, que sus alas, aunque fuertes, estaban debilitadas, luego de un tiempo, dejo al lobo en la pradera y se saludaron. El águila levanto vuelo buscando el sol, el lobo caminó hacia el bosque…. Mientras lo hacia, el lobo pensaba, “en el bosque, caminar con ella, me retrasaba y cuando fuimos al cielo, al llevarme, no podía volar libremente…” “una sabia decisión es reconocer y respetar nuestra propia naturaleza… cada uno se mueve en su mundo, es conocedor y libre en él…” “de todas formas, hoy he encontrado una gran amiga, una compañera de viaje…” al entrar al bosque, dejo de ver el cielo, y no pudo observar al águila volando, mirándolo de lo alto, pensando exactamente lo mismo que él…

Dedicado a un espiritu libre y soñador, el cual me enseño muchas cosas que no olvidare...

viernes, noviembre 10, 2006

almas


Ha terminado la batalla, agotado en cuerpo y alma, permanezco en la montura de mi caballo, mi fiel amigo, farkas, cuantas batallas juntos, como nos conocemos… miro alrededor, solo muerte, desolación, oscuridad… como me esta agobiando esto, sino fuera que estoy defendiendo nuestras tierras, mi amada, mis niños… ya hubiera abandonado esta perturbada aventura… me siento cansado, pero mas que mi cuerpo, mi alma, me pesan las vidas robadas, la sangre que hice correr… dejo de pensar… todos comienzan a volver a sus hogares y me uno a ellos…
Se me ilumina el rostro al pensar en mi amada, ya debe haber llegado la noticia de nuestro triunfo al reino, ya debe saber que sigo vivo… otra batalla ganada, otro instante de vida que se me regala…
Llego a mi castillo, mis aposentos, la veo dormida en su silla, al lado del fuego…esa llama eterna y ardiente de nuestra hoguera, espejo de nuestro amor… te miro, estas soñando, distante… no hice ruido, pero mi presencia te despierta, me miras, me regalas una sonrisa… sabes que estoy abatido y sin romper el puente entre nuestros ojos, te desprendes despacio la blusa… tus pechos en cascada… piel canela y aroma a naranjos… veo como se dibujan líneas y curvas… “ven” me dices muy suavemente… no hay pasión, el fuego solo en la hoguera… me acerco, eres mi amada, no puedo evitar el hechizo de esa mirada… me arrodillo delante de ti y como niño que busca protección voy a tu pecho, apoyo mi rostro… me dejo tener… en ese lugar explotan mis sentidos… sucumben frente a ti siento el suave terciopelo de tu piel, huelo tu aroma a verdadera mujer, escucho el latido agitado de tu corazón, veo tu cabello suelto, siento el gusto de tu cuerpo en un suave beso… soy mis sentidos, vivo a través de ellos, me evado del mundo de los mortales, de las guerras y batallas, tu pecho es mi resguardo, pegado a él, pasaría la vida, muy juntos, siento que me succionas el alma…de a poco se distancia de mi cuerpo, me la estas robando hechicera… te miro a los ojos pero ya es tarde, mi alma cruza un sendero infinito y distante, aunque pocos centímetros nos separen, siento la fuerza que me la roba, siento que viajo por un laberinto eterno y suave… me estas robando el alma, la esta absorbiendo tu corazón, hacia allí voy, mi alma a tu corazón, a tu alma, juntas… mi cuerpo no se donde ha quedado, mi cansancio se evaporo, esto es raro, encuentro de almas, nuestras verdaderas esencias, aquellas que son capaces de tornar grises en rojos, de hacer un paréntesis en la irritante rutina, de forzar encuentros fogosos en distantes lugares… de volcar en letras, sentimientos errantes… eso es lo que me gusta de ti doncella, has visto mi alma y te gusta, me has mostrado la tuya y la necesito, realmente juntos somos nuestra verdadera naturaleza, almas que a través de miles de años se han pertenecido mutuamente, han sido una sola por el amor que se brindaron, tu has visto esto, lo que ninguna mujer ha visto… has visto mi alma, a través de mi mirada…

jueves, octubre 26, 2006

El águila y el lobo



Hace muchos años, en algún terruño lejano, se encontraba un lugar místico, energético, sagrado, era un bosque milenario, virgen, verde, lleno de pinos, algunos decían que estaba encantado, que tenia vida propia, otros no se animaban a entrar en él, era un lugar en donde el tiempo y la distancia eran solo ilusiones, y la realidad y la fantasía muchas veces se confundían… pero a veces me pregunto, ¿qué es real y qué no en esta vida? … ¿nunca tuviste esa duda?
La cuestión era que en este bosque vivían muchos animalitos y muchas criaturas que no siempre eran lo que aparentaban, había magia, encanto, sortilegios… uno de estos habitantes era un lobo, un lobo negro con unos ojos verdes muy profundos, que pocos se animaban a verlos. El lobo conocía muy bien el bosque, parecía que lo había habitado miles de años, nadie en realidad conocía su edad…
Un día vio entrar en el bosque a una niña, si una niña sola, y le llamo mucho la atención, se preguntó, ¿será una niña valiente o no tendrá conciencia del peligro? ¿Por qué habrá venido? …
Pasaron los días y la niña, a la que el lobo, apodó Waminra, caminaba tranquilamente por el sendero, al lobo cada vez le intrigaba más, era un animal conocedor, mirando dos o tres veces a alguien ya sabía como era, descubría su alma observando través de sus ojos, pero con Waminra era distinto… será por eso que tanto le llamó la atención, la seguía, la observaba escondido, trataba de descifrar el misterio…
Un día creyó descubrir lo que pasaba, se dio cuenta que había estado escuchando a su mente, a su razón, y era el corazón el que le gritaba… quedo todo muy claro…
Esa misma tarde cuando Waminra caminaba por el sendero, se apareció en frente de ella, y se quedó mirándola a los ojos… se sorprendió al ver como la niña tomaba con calma la situación y le mantuvo la mirada… pasaron unos segundos, unos minutos, una eternidad, en realidad en el bosque el tiempo era una un espejismo, una quimera… si alguien los hubiera visto, habría pensado que era un lienzo, los dos inmóviles, se detuvo el tiempo…
A pesar de la belleza del momento, la niña rompió el silencio… lobo, siempre te he esperado, sabia que estabas, que vendrías… dijo.
El lobo quedó sorprendido, y fue en ese mismo instante que la reconoció, el rayo que en otros tiempos, otras vidas, los separó, en ese preciso momento, los volvió a unir…
¿Puedo acercarme? Susurró la niña, el lobo, cerrando tranquilamente los ojos asintió… la niña se arrodillo frente a él y con ambas manos lo abrazó, un abrazo largo, profundo, eterno… ella se separó, ya no era una niña… sin dejar de mirarle a los ojos le dijo, eres tu, mi caballero, al que le di mi pañuelo, para protegerse en la batalla… cuantas veces te esperé, y cuantas veces volviste a mi… ¿Qué te ha pasado? ¿Qué te han hecho?
El lobo sin hablar, pero a través de sus ojos le dijo… eres tu doncella, recuerdo, la ultima vez que nos vimos, tome tus manos y entrelace tus dedos con los míos, busque tu mirada, esos ojos de color indescifrable, claros, puros, transparentes, que me dejaban ver siempre tu alma, me dejaban ver tu esencia… ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Cuántas vidas recorrimos?
La doncella, sintió toda esa ternura, esa calidez, el corazón de su amado caballero, cerró los ojos y una lágrima corrió por su mejilla, antes que se diera cuenta, un beso muy suave la había secado… sintió unas manos fuertes y delicadas a la ves, en sus hombros… no le hacia falta abrir los ojos… sabía quien era el…
El caballero cerró sus ojos, aún sin abrirlos su rostro se transformo, sus manos no sintieron ya unos hombros delicados, femeninos, reconocieron unas alas majestuosas, suaves y rústicas a la vez, una energía que hace mucho que no sentía y que no podía retener… al abrir sus ojos, ya la vio volando, libre, imponente, su cuerpo oscuro, su cabeza blanca, si pico dorado que se confundía con el sol, esos ojos, esa mirada firme, la vio alejarse… era un águila…
¿Cuántos años mas tendrán que pasar para que nos volvamos a encontrar? Pensó tristemente el caballero….

sábado, septiembre 30, 2006

Verdadera amistad


Cabalgo hacia la batalla, mis pensamientos me acompañan, están… voy tranquilo, sereno, años de luchas, una vida en constante beligerancia, hay veces que lamento haberme acostumbrado a ello… muerte, desolación, miseria, dolor… ya casi no celebro los triunfos… ¿Se habrá acabado mi tiempo? ¿Será este el momento? Mi mente se ocupa de sus pensamientos, mi mano busca su espada, siento su empuñadura, conozco cada uno de sus ínfimos recovecos, es la continuación de mi brazo…
Miro a un lado y al otro, mis compañeros de armas, amigos realmente, son los que están en los momentos duros, si hay algo que aprendí de la vida es esto... “amigos” se dicen muchos, pero realmente los reconozco en estos instantes severos, crueles de la existencia… cada uno de ellos estando a mi lado, su presencia, su compromiso, su apoyo… vuelvo a mirarlos… ahí están… los que vamos quedando… ¿Cuántos se han marchado ya?... Como se unen mas los lazos de los que estamos, como de alguna forma también sentimos la presencia de los que transitan por otros lados, de alguna manera “están”, nos ayudan, nos guían, nos empujan, nos dan valor…

viernes, septiembre 15, 2006

Sentimientos encontrados


Voy llegando a mi castillo, fortaleza de muros y sueños, lugar de esperados encuentros… mi ser se reconforta, se que me estas aguardando… vuelvo con golpes, cortes, heridas del alma y del cuerpo…
Dejo mi espada, mi armadura, mis cosas, vienes y me abrazas… tomas mi mano dura, áspera y la pones en tu pecho, siento tu corazón, exaltado, alegre, conforme.... pero en un momento me da vergüenza, esa mano que con su espada tantas vidas quito, tanta sangre derramo, tanto sufrimiento infligió, tocando y sintiendo algo tan puro, tan sublime, casi una criatura celestial, la quito de tu pecho y caigo arrodillado frente a ti, lloro como un niño, algunos momentos antes, en la batalla era el mas feroz de los guerreros, no le temía a nada, con mi espada le hacia frente a todos, tenia tu pañuelo que me dejaba tranquilo, pero lo mismo, era un animal feroz, cruel, casi inhumano, hasta creo que lo disfrutaba… mis sombras eran las dueñas de mi cuerpo y ahora, caigo rendido ante tanta pureza .... tu, mi doncella, haces aflorar en mi, el niño, ese ser tierno y dulce que muchas veces quiere protección, me abrazas, me unes a tu vientre, me tienes, me cuidas, tu, tan débil e indefensa, pero se que darías la vida por mi... mi leona protectora... pienso… ¿puede ser que cohabiten en mi estos dos seres? ¿La bestia salvaje y el niño indefenso? ¿Sombras y luz? ¿Alguien en este mundo tiene la respuesta?

domingo, septiembre 03, 2006

Mi Castillo


Mi castillo, mi hogar, parece que eternamente te he habitado…
¿Por qué me atraes tanto? Murallones inertes de piedra gris, fría y sólida, toda mi vida me he criado entre tus paredes… y aunque de niño siempre jugué por aquí y creí conocer cada uno de tus recovecos, siempre encuentro lugares nuevos, pasadizos, corredores, magia por doquier, sabios arquitectos tus fundadores, quizás ya estén en el sueño del olvido, en algún lugar del recinto, sus tumbas tapadas de hojas muertas, envenenadas por el otoño, parvas de hojuelas ocres y amarillas, con infinidad de colores intermedios, que cobijan, resguardan, cuerpos inadvertidos… el día está lánguido y melancólico, mi espíritu se deja contagiar… recorro mi castillo, sus muros, sus torres… grises y claroscuros… me parece ver almas que lo transitan, antiguos guerreros que dieron su vida por estas murallas, se que de alguna forma siguen estando, observando, cuidando, protegiendo la fortaleza…
A veces dudo… ¿No soy uno de ellos?

martes, agosto 22, 2006

La vida... una batalla...

Te doy mi mano, y salimos fuera del castillo, los dos cabalgando… tus cabellos al viento, tú vestido blanco, un día de sol hermoso, estas radiante, luminosa, celestial… Conquistamos la verde pradera, pero a medida que avanzamos el cielo se oscurece… parecería como que la noche abre sus fauces, pero todavía no es su hora, es el humo negro el que diluye los rayos del sol, el que apaga el celeste del cielo… veo tu rostro preocupado, te digo “no temas, estas conmigo”, seguimos avanzando, de pronto se abre ante nosotros un paisaje desolador, terrible, como salido del mismo infierno, fuego, cadáveres, animales carroñeros haciendo su festín… en tu rostro se refleja el horror, bajamos, nos quedamos a pie, te acercasi, te abrazas a mi, te siento temblar, tus ojos me miran diciendo “porque me has traído aquí mi caballero” como te conozco, nos conocemos, te digo “toda tu vida has estado en el castillo, no has salido de él, no conoces lo que es el horror de la guerra, la miseria, el campo de batalla, este lugar donde afloran los sentimientos mas opuestos, lealtad y deber con tus compañeros y odio y muerte sin piedad a tus enemigos…”
Quería traerte para que veas esto, para lo conozcas, a veces a mi me cansa, me angustia, no se hasta cuando los hombres pelearemos, destruiremos, seguiremos derramando sangre… muchas veces me pregunto si esto tiene sentido, si tendrá algún sentido… si así realmente se logrará algo…
Por ahora lo único que pienso al entrar en batalla, es salir vivo para volver a tus brazos, a la calidez de tu cuerpo, a tu amor incondicional, a tu ser de luz, eres lo único por lo cual quiero seguir viviendo… después de haber sentido tanto dolor al perder hermanos en la cruzada, después de tanto sufrimiento vivido e infligido a mis enemigos… que duro es esto, solo tu me das fuerzas…
Perdón por traerte aquí mi doncella, pero quería que conocieras esta miseria, este dolor, este sufrimiento que muchas veces vivo…cada vez que vuelvo al castillo, vienes a mi y me colmas de amor y cariño, sacas lo mejor de mi, ves mi luz, ves mi alma a través de mis ojos, me ves a mi, pero quiero que veas también que soy un hombre, un guerrero, y que tengo mis defectos, mis mezquindades, mis sombras… no me idealices amor, solo soy un hombre…tu hombre…

lunes, agosto 21, 2006

El caballero y su espada


El caballero entra en batalla, llevando su espada,
a lo largo de los años,
esa espada se transformo en la continuación de su brazo,
su empuñadura se confunde con su mano,
fiel compañera de alegrías y tristezas,
de victorias sublimes y derrotas sangrientas…
cuantos compañeros de armas vimos partir…
cuantos hermanos que ya no están…
no llevo la cuenta de cuanta sangre corrió por su hoja,
cuantas vidas quito,
a cuantas doncellas entristeció al no dejarlas reencontrarse con su caballero,
cada vez que pienso en eso me da miedo,
desearía no tenerla tan arraigada en mi, tan apegada…
pero es mi compañera… mi protectora… miles de años a mi lado…
guerras … batallas …
de todas formas sigo pensando,
todas estas contiendas sin fin, ¿Cuándo terminarán?, ¿Nos llevaran a algo?
a veces creo que en el mañana los hombres no conservarán sus espadas,
pero desgraciadamente sus mentes crearan otras armas mas peligrosas,
y estas luchas no tendrán fin, son un ciclo que se repite …
esto es lo que me hace madurar,
espada mía, fiel colaboradora…
algún día, después de todo este tiempo juntos,
te dejare descansar… si mi ferviente e inseparable compañera…
llegará el día en que te cambie, y espero me entiendas…
te cambiaré por una pluma…
para escribir mi vida de alegrías y tristezas,
de luces y sombras, de amor y sangre…
a ver si mi experiencia les pueden servir a otros …

La doncella y su caballero


Tome tus manos y entrelace tus dedos con los míos ...
busque tu mirada, esos ojos de color indescifrables,
claros, puros,transparentes, me dejaron ver tu alma,
te desnudaste ante mi,
esa muralla que levantaste a otros hombres se derrumbo,
se desplomo, me dejaste ver tu esencia, a través de ellos....
te reconocí, si, eres tu, siempre te he buscado, siempre te esperé...
eres mi doncella.... Siento tu timidez, desde el principio lo note,
y al sentirte temblar supe que también me reconociste...
si amor, soy yo, tu caballero,
el que siempre estuviste esperando,
y que en momentos de desesperación, dudastes si vendría...
soy yo, al que le distes tu pañuelo, para que lo ponga debajo de mi armadura,
justo sobre el corazón, para que al entrar en batalla,
ninguna lanza ni espada, le haga daño...
me golpearon, me quemaron, me cortaron....
pero mi corazón sigue intacto, ansioso, deseoso de volver a mi castillo
y reencontrarme con mi amada...
si amor, tu eres esa doncella y yo soy ese caballero....
hoy, en este momento, en este lugar, nos reconocimos .....